Cáritas atiende a una media diaria de cinco personas en situación de exclusión social en el centro que puso en marcha hace poco más de una semana en un piso de la Diócesis que se encuentra en la calle Carlos III de Eivissa. El número de plazas para este centro es de quince.

La trabajadora social Eulalia Chamorro, responsable social del proyecto, mostró su satisfacción por la acogida que está teniendo este nuevo recurso. «A los usuarios les hace ilusión este servicio, están contentos y eso es importante», señaló. Los problemas de este colectivo se centran en situaciones de exclusión social, como la falta de desempleo.

Los usuarios del centro de baja exigencia tienen acceso a las actividades que hay para ellos, pero su participación no es obligatoria. Las únicas normas del centro serán las siguientes: respetar los horarios del centro y de las actividades; no consumir ni hacer intercambio de drogas ni alcohol dentro del centro; no fumar, cumplir las normas básicas de higiene personal y respetar al resto de las personas.

La demanda
Cáritas Diocesana se planteó la necesidad de crear un centro de día de baja exigencia destinado a personas con un importante desarraigo social para cubrir de este modo la demanda existente. La puesta en marcha de este centro de ámbito insular se ha realizado con fondos propios de Cáritas y se espera que las instituciones públicas colaboren en esta iniciativa. A la inauguración de este centro acudió el director de Servicios Sociales del Consell de las Pitiüses, Vicent Serra, y el concejal de Bienestar Social de Eivissa, Santiago Pizarro.

En la isla de Eivissa existe un centro de acogida municipal que ofrece una estancia en momentos de emergencia, de manera puntual y durante un periodo determinado. De esta manera se da cobertura a las necesidades como dormir y comer, pero no durante el resto del día.

Con este centro se ha querido ofrecer un espacio al que se pueda dirigir la persona en situación de exclusión social para poder recuperar la confianza en ella misma y reestablecer los vínculos familiares con amigos, la sociedad y las instituciones. Esta es una de las razones que han determinado la puesta en marcha de este nuevo recurso, que se plantea como experiencia piloto durante un plazo de seis meses.

El objetivo de Cáritas con el centro de día es que «la persona se sienta capaz, digna y adquiera los medios para recuperar su propia autonomía».