Matas, por otro lado, dio ayer en La Moncloa un paso vital para
acabar con el acuciante problema energético que sufre Balears: a
poco que se entiendan el propio Matas y el vicepresidente segundo
del Gobierno, Rodrigo Rato, en la reunión que mantendrán ambos el
próximo día 31, las Islas quedarán por fin interconectadas a la
Península mediante un cable eléctrico que incorporará a la red
nacional toda la producción de energía eléctrica balear, «sin
renunciar al suministro de gas, como siempre hemos dicho, que sería
una conexión complementaria», según palabras de Matas.
En cualquier caso, la interconexión por cable eléctrico no sería
efectiva hasta dentro de algunos años, «lo que tarden las
infraestructuras, que son importantes, y hablando siempre dentro de
la planificación energética del Plan Nacional, que establece un
horizonte temporal hasta el año 2011».
Buena parte de la financiación de las obras de la nueva red
eléctrica saldrá muy probablemente de los 1.500 millones de euros
del Régimen Especial para Balears que el Gobierno tiene previsto
invertir en Balears en los próximos años. El president del Govern
especificó y detalló algunas de estas inversiones, «como la red de
carreteras de interés general del Estado, autopistas y autovías
rápidas y seguras que serán financiadas íntegramente por la
Administración del Estado, naturalmente de acuerdo con la ejecución
y revisión del convenio estatal de carreteras que tenemos firmado
con el ministerio de Fomento».
En una anterior reunión con el ministro de Fomento, Francisco
Alvarez Cascos, ya se alcanzó un acuerdo para recuperar todas las
inversiones previstas en el convenio de carreteras firmado en 1998
y que a día de hoy aún no han sido ejecutadas, así como la
inclusión de la financiación de la reforma de la carretera de Sant
Antoni.
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