La de Santa Eulària no es una playa paradisíaca pero tampoco está mal. Está bien situada, paralela a las calles más céntricas de la localidad y cuenta con un paseo marítimo que la recorre repleto de tiendas, bares y restaurantes, lo que la hace atractiva para muchas personas, especialmente para familias y la tercera edad.

Contrariamente a lo que sucede en la vecina Platja d'en Ross, de los Cuatro Pinos o des Riu, como se conoce popularmente a la playa situada justo en la desembocadura del río de Santa Eulària, donde las hamacas ocupan gran parte de la arena, en la Playa de Santa Eulària no hay ninguna por lo que los bañistas tienen libertad a la hora de colocar sus toallas en sus 300 metros de longitud.

Distinguida con la bandera azul, esta playa cuanta con varias duchas y un servicio de alquiler de velomares, canoas, piraguas y skíes para practicar distintos deportes náuticos que regenta el Club Náutic Santa Eulària.

En el extremo contrario a la desembocadura del río está situado el puerto deportivo, otro atractivo más de esta zona que también cuenta con numerosas tiendas y sobre todo restaurantes especializados en gastronomía mediterránea.

El ambiente típicamente familiar de distintas nacionalidades y la presencia de nadadores noveles, será la característica más relevante de esta zona a la que se puede acceder desde la calle principal de la localidad, la de Sant Jaume, a la altura del Ayuntamiento, atravesando S'Alamera, el punto de encuentro a la sombra de los vecinos en el que hay instalados numerosos puestos de artesanía. En uno de sus costados está situada la parada de taxis y unos doscientos metros en dirección al río está ubicada la estación de autobuses. E.Estévez