Alberto Drew es fotógrafo, pero su vida le ha llevado a desempeñar todo tipo de trabajos.

Entre los muchos trabajos que ha desempeñado, artesano de cuero, contable o inspector de gambas en Groenlandia, Alberto Drew se queda con el de fotógrafo, retratista del ambiente y la noche de Eivissa, isla en la que ahora vive su tercera etapa desde el 93. Porteño de nacimiento, Alberto ha descubierto en la noche el mejor vehículo para expresar su particular mirada del mundo a través de una cámara:«Una Nikon F-70 que tengo que comprar cada temporada porque les doy mucho 'tute'», dice.

«Siempre he tenido una cámara en las manos y todo lo que sé lo he aprendido con la práctica y con algún que otro estudio», explica esta fotógrafo que siempre ha trabajado por libre. «Cada noche empiezo en el puerto a las diez y nunca sé a qué hora voy a terminar porque eso depende del ambiente de la fiesta que se organice», señala este conocido y experto retratista de la sala El Divino.

«A mí no me resulta complicado hacer mi trabajo porque la gente de los bares y locales en los que me muevo. Conozco a la gente y la gente ya me conoce y confía en mí», revela este fotógrafo que cada noche realiza una media de treinta fotos de las que vende un sesenta por ciento. «No llego a acabar un carrete por noche. Voy muy seguro y selecciono mucho el momento y el motivo que voy a captar. No disparo a cualquier cosa ni de cualquier manera», destaca este profesional a la hora de explicar la diferencia de su método de trabajo frente a la de otros compañeros que se dedican al mismo tema. «El secreto está en tener paciencia y saber esperar el momento justo para sacar el mayor partido de la persona interesada», insiste Drew. «Intento no cansar, por eso saco lo justo», añade este reportero de noche que ha vivido los cambios de costumbres y la evolución de la noche en el puerto de Eivissa.

«Cada vez la gente viene más tarde a los bares del puerto y se hace menos fotos. Con las cámaras digitales y los teléfonos móviles el mercado se acorta cada vez más al igual que la temporada turística», comenta entristecido este noctámbulo que confiesa que sólo funciona al cien por cien en cuanto aparece la oscuridad.
Fotógrafo de películas a color, todavía no se ha pasado a los equipos de fotografía digital aunque se lo está planteando. E. Estévez