El personal del aeropuerto, sobrecargado de trabajo

Fernández asegura que ha habido «falta de planificación» por parte de Aena. «Si conocían los problemas desde hace tiempo no es normal que ahora acometan las obras, en plena temporada alta», afirma, y añade que sería «más grave si es que los fallos en la estructura los han detectado ahora; cuando este tipo de deficiencias se tienen que descubrir rápidamente para garantizar la seguridad».

Lo que ha sentado peor a los trabajadores es que las obras y las modificaciones que han supuesto «no se han comunicado a los trabajadores por parte de Aena de manera directa». Fernández insiste en que las obras «no sólo afectan a Aena sino a todas las empresas que trabajan allí» y, sin embargo, «no se les ha informado».

Uno de los ajustes que más ha afectado es el cierre de mostradores de facturación. «La gente que está trabajando allí está sobrecargada de trabajo, se hacen colas y los turistas están de peor humor por las esperas que supone», explica.

Aunque la información hubiese llegado una semana antes de las obras «al menos sería un síntoma de una buena comunicación con las empresas que trabajan en el aeropuerto, cosa que no existe». Lo que está claro para UGT es que en las condiciones de los contratos que se han firmado esta temporada no figuraba que fuese a haber «tantas molestias para trabajar».

El sindicato es contrario a la macroampliación pero exige que el centro se adecúe a las exigencias de tráfico de pasajeros.

Las obras de apuntalamiento comenzaron la tercera semana de mayo con una previsión de término de entre dos y tres meses, lo que supone que se están desarrollando en plena temporada alta. Este hecho provocó las críticas del sector turístico ibicenco que considera que unas obras así son contraproducentes para el turismo.