El consejo de administración de la Autoritat Portuària reunido ayer decidió que Formentera Mar, concesionaria de la explotación de una parte de la zona portuaria del puerto de la Savina, no se ajusta en su gestión y explotación a los términos especificados en el contrato por el cual se le otorgó una concesión en 1993.

La orden del día del consejo de administración indicaba textualmente que uno de los puntos a estudiar era «la propuesta del consejo de administración de resolución de discrepancias en la interpretación del contrato para la explotación de la dársena de embarcaciones menores en el puerto de la Savina», y en este sentido Puertos se manifestó sobre tres puntos concretos. En primer lugar el referido a la gestión de un bar restaurante, en segundo lugar la gestión de una línea del muelle, y en tercer lugar, la ocupación de una zona mediante el servicio de travelift. Según fuentes de la Autoritat Portuària en el contrato firmado por Puertos y Formentera Mar, se estipula claramente que la interpretación de dicho contrato es competencia exclusiva de la propia Autoritat Portuària y no del titular de la concesión, en este caso, Formentera Mar.

La Autoritat Portuària insiste en que la interpretación del contrato, por parte de Formentera Mar, es incorrecta y que el travelift ocupa una zona cuya gestión, uso y explotación corresponde a la Autoritat Portuària y no a Formentera Mar, que tampoco puede gestionar una línea de atraque en el espacio del muelle viejo del oeste ya que el contrato no ampara la gestión de tomas de agua y energía instalados en él y, finalmente, que el bar restaurante situado en el edificio B, s' Ancora d' en Gerónimo, no puede ser gestionado por Formentera Mar ya que el ente «considera que era obligación del constructor cederlo a la Autoritat Portuària», circunstancia por la que en ningún momento la concesionaria, Formentera Mar, podía hacer uso o gestión del mismo al no ser de su titularidad y no estar amparada su gestión por el contrato suscrito entre ambas partes, motivo por el que el arrendatario de dicho local, Gerónimo Martín, ha interpuesto diversas reclamaciones judiciales por la vía administrativa e incluso una por la vía penal por delito de estafa contra el administrador único de Formentera Mar, Nicolás Mayol.

La concesión principal de la Autoritat Portuària de Balears a Formentera Mar expira en el año 2018 e incluye el denominado edificio A. Por otra parte, en 1999 se adjudicó la primera planta del edificio B por un período de 5 años que finaliza en el 2004.