La temporada comenzó ayer para los socorristas de la Cruz Roja, que aparecieron por primera vez en la mayoría de las playas de la isla. Salvo en Sant Joan, un total de 35 personas iniciaron ayer las tareas de vigilancia a pie de playa. Hasta el mes de octubre todas las playas contarán con este servicio, que cuenta con el apoyo económico de los Ayuntamientos. Sólo Eivissa y Formentera ha aumentado este verano la dotación de efectivos de la Cruz Roja para garantizar la seguridad de los bañistas y usuarios de las playas. La campaña de verano empezó antes en Formentera. Desde el 1 de mayo el litoral de la pitiusa menor cuenta con este servicio especial de vigilancia, que estará en funcionamiento hasta el 31 de octubre. Cuenta con dos lanchas y tres socorristas en la playa de Migjorn, uno más que el año pasado, y dos con moto acuática para la playa de Llevant, desde ayer, en este último caso, hasta el 30 de septiembre.

Las playas de Eivissa ciudad dispondrán hasta el 15 de octubre de dos socorristas con una zodiac para Talamanca, una pareja en Figueretes (uno más que el verano pasado) y tres para la vigilancia de Platja d'en Bossa. Sant Antoni y Santa Eulària rechazaron, por su parte, aumentar los efectivos de vigilancia de sus playas por falta de presupuesto, según explicó a este periódico el coordinador de playas de Cruz Roja, Lucas Delbon. Santa Eulària estará dotada desde ayer y hasta el 15 de octubre con dos socorristas en Cala Nova con una embarcación. Sant Josep dispondrá de diez socorristas a partir del próximo 29, salvo la pareja que vigila Cala Compte, que también empezó ayer. A los tres socorristas que vigilarán la bahía de Sant Antoni también se les pudo ver ayer por las playas. En Sant Joan, un año más, el Ayuntamiento no ha contratado los servicios de Cruz Roja ya que los concesionarios de playa son los encargados de contratar la seguridad.