El hospital Can Misses conocerá en el plazo de dos semanas si se ha detectado hongos aspergillus en los quirófanos tras las obras realizadas por las goteras aparecidas en el bloque quirúrgico, zona del hospital que se encuentra pendiente de reforma.

Un portavoz del hospital aseguró ayer que una enfermera y un microbiólogo tomaron las muestras para realizar los análisis, cuyos resultados estarán «en una semana o dos». En Can Misses se insiste de que tras el paso de los servicios técnicos se hizo «una limpieza con mayor celo» y descartaron, según la versión oficial, que haya riesgos para evitar continuar con la actividad.

Sin embargo, algunos médicos consultados expresaron anteayer su temor ante el riesgo de infecciones, ya que la zona donde se hicieron las obras estaba separada del resto del bloque quirúrgico con una mampara con cinta aislante y no sellada con silicona para garantizar el aislamiento.

El reventón en las tuberías se detectó el lunes por la noche y al día siguiente los operarios empezaron a trabajar en esa zona para localizar la avería y arreglar los desperfectos ocasionados. A primera hora de la mañana del miércoles finalizaron los trabajos y la zona fue sometida a una limpieza. No obstante, algunos facultativos temen que se haya riesgo de infección por lo que incluso decidieron no operar para mayor seguridad.

Can Misses aseguraba el miércoles que todo estaba bajo control y no había ningún riesgo para reanudar con total normalidad la actividad quirúrgica en el hospital, como así se hizo salvo algunas excepciones debido al tipo de intervenciones que se ha de realizar, como la colocación de prótesis.

La rotura de la tubería que ocasionó unas goteras no es un hecho aislado. El bloque quirúrgico es una de las zonas del hospital pendiente de reformar. El Sindicato Médico se pronunció recientemente acerca de las obras pendientes de ejecutar ya que, además de los quirófanos, aún queda la ampliación de diálisis, consultas externas y pediatría. En el caso de diálisis la situación es muy delicada porque los pacientes han de realizar tres turnos para poder ser atendidos. El último turno finaliza a la una de la madrugada. Las obras, que han estado pendientes siempre de la decisión de Palma, sufren un retraso. En el caso de los quirófanos incluso se ha llegado a modificar el proyecto inicial. El Sindicato Médico llegó a barajar la posibilidad de pedir una auditoría de las obras realizadas, ya que la inversión realizada en estos últimos años ha sido de dos mil millones de pesetas.