Imagen de la antigua plaza de toros, cuyo edificio se reconvirtió en un mercado

Sa Nostra ha presentado dos contenciosos administrativos en contra, por una parte, de la expropiación y, por otra, de la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Eivissa, aprobada por la Comisión Insular de Urbanismo, dependiente del Consell Insular, para recalificar el solar donde se alza la antigua plaza de toros en zona verde. Por su parte, Utrilla ha actuado igual que Sa Nostra y también ha interpuesto los mismos contenciosos.

La entidad bancaria entiende, según su asesoría jurídica, que el Ayuntamiento de Eivissa vulnera sus derechos al iniciar los trámites de expropiación. «Se ha adoptado un acuerdo que nos perjudica, por lo que no hemos tenido más remedio que pedir auxilio en los tribunales», asegura el abogado que defiende los intereses de la entidad. Recuerda, además, que la reconversión de la plaza de toros en mercado, cuyas obras acabaron a principio de los 90, cuenta con el certificado de final de obra y que, por tanto, Sa Nostra pretendía sacar rendimiento a esa inversión.

El Ayuntamiento de Eivissa, por su parte, ya tiene firmado el convenio de financiación de la expropiación y demolición de la plaza de toros, todo ello valorado en algo más de tres millones de euros (2,7 millones para la expropiación y 172.000 euros para derribarlo). El Consistorio mantiene que ha tenido que forzar la expropiación porque hay propietarios que no se pueden localizar. «Basta que haya uno con el que no se puede negociar para que se tenga que expropiar», dice el edil de Urbanismo, Joan Boned.