Decenas de obras ubicadas en el municipio de Eivissa están obligadas a paralizar su actividad desde ayer y hasta el 1 de octubre. El motivo, la entrada en vigor del bando municipal que impide construcciones y ocupación de vía pública en la ciudad, salvo en los barrios de Cas Serres, Casas Baratas, Can Misses, Can Bufí y buena parte de la zona del ensanche que, evidentemente, no se considera turística. Se trata de evitar que los trabajos de construcción y sus efectos (obstáculos en las aceras, ruidos, polvo en suspensión y paso de vehículos pesados) molesten a los turistas durante los meses de temporada alta. Las construcciones afectadas por la paralización obligatoria o eliminación de aperos propios de las obras durante 123 días son las que están levantando estructura.

Si tampoco se tiene en cuenta este mandato se procederá al precinto de la obra infractora, medida que duraría hasta el 1 de octubre, fecha en la que termina el bando de paralización de obras en zonas turísticas.

Se dan por paralizados los trabajos de construcción que ocupan las vías públicas mediante contenedores de obra, andamios y vallas, así como los que, sin cumplir los requisitos anteriores, estén especialmente cerca de los establecimientos turísticos. También se pueden parar obras si hay quejas formales de los vecinos por ruidos y otro tipo de molestias. En el caso de que los constructores o propietarios del edificio, vivienda o bajo en el que se están realizando las obras no acaten el bando municipal el Ayuntamiento de Eivissa, el «castigo» será una orden obligatoria de paralización de la obra.