Balears cuenta con la tasa de paro de larga duración -personas que llevan más de doce meses sin trabajo- más baja de todo el Estado, con un 13,6 por ciento de desempleados en esta situación en el primer trimestre de 2003, frente a un 30,8 por ciento en el resto del Estado español.

Así lo confirmó ayer el director del Servei d'Ocupació de les Illes Balears (SOIB), Pere Mascaró, quien afirmó que la Comisión Europea ha fijado en la Estrategia Europea por la Ocupación, como prioridades básicas, aumentar la tasa de ocupación y reducir la tasa de parados de larga duración en toda Europa.

En los dos objetivos, Balears muestra una situación muy favorable en relación con el conjunto del Estado. De hecho la tasa de paro de larga duración se situó, en 2002, en el 14,3 por ciento en Balears mientras que a nivel de Estado era en el mismo periodo del 28,0 por ciento, según los datos facilitados la Conselleria de Treball i Formació.

Mascaró atribuyó los buenos resultados de las Islas a las políticas laborales del Govern «que han dado resultado al cumplir estos objetivos» y citando como ejemplo que la tasa de desocupados de larga duración ha ido reduciéndose de forma progresiva desde 1996 -que era del 27,2 por ciento- hasta el 2002 que se sitúa en el 14,3 por ciento y el primer trimestre de 2003 que se sitúa en un 13,6 por ciento, «unas 2.800 personas en paro desde hace más de un año», apostilló.

Además el Estado español es el segundo país con el índice de parados de larga duración más alto de la Unión Europea (UE), un índice que dobla al de las Islas. En 1996, la media estatal era del 41,6 por ciento -27,2 por ciento en Balears-, en el 2002 fue del 28 por ciento -14,3 por ciento en las Islas- y en marzo de 2003 ascendió ligeramente hasta el 30,87 por ciento, mientras que en Balears la tasa siguió reduciéndose, hasta los 13,6 por ciento de parados.

Mascaró sostiene que «una vez más, los datos reales del mercado laboral en las Islas desmienten de forma clara las manifestaciones de los dirigentes el Partido Popular (PP), como Matas o Zaplana», a quienes acusa de distorsionar la realidad laboral y económica de las Islas «para esconder las insuficiencias de su política laboral en el conjunto del Estado», intentando dar una «imagen distorsionada y errónea de Balears».