Un vigilante de pozos del Govern entregó ayer por la mañana la orden del Ejecutivo autonómico que se tendrá que ejecutar en un plazo máximo de tres días. La Conselleria de Medi Ambient entiende que el acuífero afectado es muy vulnerable y, por tanto, si no se adopta esta medida el problema podría agravarse. Por su parte, la Conselleria d'Indústria está a la espera de los resultados de la inspección realizada a la gasolinera para descartar la fuga de carburante de otros estanques de la estación de servicio.

La Conselleria de Medi Ambient mantiene por el momento que los pozos afectados son superficiales. De todos modos, el Govern informa en un comunicado de que un análisis completo de la Conselleria de Sanitat i Consum, elaborado por Aguas de Barcelona en noviembre de 2002 y cuyos resultados se conocieron el lunes, devela que el pozo de la finca de Can Joan Torres contenía gasolina degradada.

Asimismo, un acta del jefe de laboratorio de la Conselleria de Medi Ambient especifica que la estación de servicio reconoció que en septiembre del año pasado se produjo una fuga de gasolina sin plomo 98. Además, hay otro informe del 16 de diciembre realizado por un vigilante de la dirección general de Recursos Hídricos que descarta el origen superficial de la contaminación del pozo, de donde salía un fuerte olor y se podía ver una capa verde que flotaba en una muestra de agua.