Els Verds de Eivissa y la Pimeef mantuvieron ayer una intensa reunión de tres horas en la que hicieron un repaso del programa ecologista y de las propuestas de los empresarios a los partidos políticos de cara a estas elecciones. Como representante de Els Verds, Joan Buades se mostró ayer «muy satisfecho» del trato recibido por la Pimeef. Los empresarios, dijo, «son conscientes de la importancia que van a tener Els Verds en el panorama político y por eso les interesa explicar sus intereses y proyectos» y añadió que «Els Verds ya no son el demonio».

A pesar de que podría parecer que los ecologistas difieren de las pretensiones de los empresarios, en la reunión quedó constancia de que los dos colectivos están preocupados por causas comunes como el poco peso que ejerce Eivissa y Formentera en Palma y de Balears en Madrid. Con respecto a las depuradoras y desaladoras, donde cabría pensar en un choque de intereses, tampoco se llegó a polemizar. Según Buades, los empresarios comprendieron las ventajas de una buena interconexión de las desaladoras y, sobre la construcción de nuevas plantas, admitieron que no se pueden construir sin criterio sino que se debe realizar con asesoramiento técnico.

Otro tema en el que mostraron un alto grado de compatibilidad es en reclamar el completo desarrollo de las medidas compensatorias de la insularidad que contempla el Régimen Especial de Balears (REB). El fomento del transporte público y la mejora de horarios, tarifas y conexiones son también puntos en común con la Pimeef y los ecologistas. En otros temas como la ampliación de los puertos deportivos o la habilitación de campos de golf el desacuerdo es importante. Los constructores manifestaron su malestar por la inseguridad jurídica en la que se mueve el sector a causa de las protecciones y pidieron indemnizaciones justas a propietarios afectados.