La consellera insular de Cultura, Fanny Tur, declaró ayer como imputada en el caso abierto por la empresa Blauvert S.L., promotora de un edificio de trece plantas en Puig des Molins sobre el que pesó un expediente de caducidad de la licencia (que el propio Consistorio había renovado) y que resultó afectado por la protección de la zona como Bien de Interés Cultural (BIC).

Tur declaró ante el juez que la decisión de abrir dos expedientes de BIC en este área «siguió siempre la legalidad». Sobre las acusaciones de que se ha actuado de manera interesada al paralizar el edificio, Fanny Tur las negó y remarcó que, cada vez que tramitan un BIC, «lo primero es pedir al ayuntamiento las licencias que puedan estar afectadas» y que se actúa «de manera exactamente igual en todos los casos». Los criterios patrimoniales en el caso son «incuestionables», dijo.