Un grupo de turistas pasean por la ciudad en Semana Santa.

El presidente de la Federación Hotelera , Pedro Matutes, aseguró ayer que los datos de ocupación registrados en Semana Santa son buenos, pero no tanto si se comparan con los obtenidos en otras comunidades o por el número de hoteles en funcionamiento: «Nadie puede discutir que en Semana Santa iba a haber una ocupación buena; pero lo importante es el volumen de la oferta, que sólo ha abierto un 15 por ciento cuando en la Costa Brava ha abierto un 85 por ciento con unas tasas de ocupación muy elevadas», recordó.

En opinión del presidente de la Federación, estos datos evidencian que «los mercados internacionales castigan mucho más aquí que en otras zonas que se ven más beneficiadas, donde puedes llegar en coche y con trayectos más cortos». Matutes recordó que hace dos años estaba abierta el 25 por ciento de la planta hotelera frente al 15 por ciento de esta Semana Santa.

Ante estos datos, Pedro Matutes dibuja un panorama pesimista de cara al verano: «El inicio de la temporada, la primera quincena de mayo, será más flojo. Conforme vayan pasando los días se irá recuperando el mercado». Además, este año hay un factor adicional 'desfavorable', que las vacaciones de los alemanes en varias zonas del país se concentran en los meses de julio y agosto: «Eso tampoco nos vamos ayudar».

Al margen de los conflictos internacionales, Matutes recordó que esta temporada «afloran los problemas particulares» como la imagen que se ha transmitido al turista tras la implantación del impuesto turístico: «La ecotasa en sí no es un problema, a parte de que sea una iniciativa injusta en nuestra opinión, sino el valor simbólico que se le ha dado como castigo al turismo y los mensajes que, en ese aspecto, han generado, sobre todo, en el mercado alemán, con un cierto rechazo a Balears».

Durante estos días se ha registrado un aumento del turismo español en detrimento de los visitantes extranjeros muy habituales en Eivissa y Formentera.