Los stands que a lo largo de las vacaciones de Semana Santa han acogido las diversas propuestas de 26 artesanos, la mayoría de ellos residentes en la isla y algunos llegados desde la península, darán paso mañana a los tenderetes que tradicionalmente se instalan en Vara de Rey para celebrar el Día del Libro.

Convertida ya en una veterana del sector, esta feria ha alcanzado este año su vigésima edición. Sus protagonistas, muchos de ellos embarcados en la aventura desde los primeros años, hablan de los logros conseguidos hasta ahora, pero también de las deficiencias y de las mejoras que todavía hay que conseguir. En las muchas conversaciones que a lo largo de día mantienen los artesanos, tanto entre los propios compañeros, como con el público que se acerca a ver los productos, la nueva carpa ha sido una de las novedades más comentadas. «Mucha gente me ha dicho que la imagen ha mejorado mucho», dice Isabel Echávarri, una maestra joyera que cuida la presentación de unas piezas en las que el oro y la plata se decoran con piedras preciosas. Ella, a partir de hoy continuará trabajando en su taller hasta que comience la temporada de verano en el puerto de Eivissa. Antonio Pérez Patiño, que trabaja el cuero, y Gianni Rainaldi, creador de joyas creativas, también se refieren a las ventajas de la nueva carpa. «El año pasado nos entraba la lluvia y el viento también afectaba, pero esta carpa se puede cerrar más», comentaban. A pesar del cambio, por uno de los lados la lluvia continúa entrando y empapando el suelo. S.Y.