Todas las navieras sufrieron ayer las inclemencias del tiempo. Prácticamente ningún barco pudo cumplir anteayer y ayer los horarios previstos y se llegaron a acumular hasta 14 horas de retraso, lo que desesperó a más de un usuario y a las propias compañías que tuvieron que hacer filigranas para acomodar a pasajeros en barcos más lentos que sí podían operar, trasladarlos a puertos que estuviesen abiertos y dar algún tentempié. Las conexiones entre Denia y Eivissa fueron muy complicadas dado que el puerto alicantino permaneció cerrado anteayer.

Sólo Baleària desplaza estos días a unas 5.000 personas, por lo que se calcula que hay miles de personas afectadas por los retrasos y que varios cientos anularon los viajes a la vista de las dificultades.

El «Manuel Azaña» se dirigía anteayer a las 19,00 a Denia donde se encontró el puerto cerrado y fue desviado a Valencia. Cuando iba a zarpar hacia Eivissa, ya de madrugada, se cerró Valencia por lo que 200 pasajeros pernoctaron en el buque para salir del puerto a las 09,00 horas de la mañana y llegar a Eivissa a las 16,00 horas de la tarde. El «Al Sabini» no pudo salir de Denia anteayer pero sí ayer tarde, con demora. Entrar en el puerto de Eivissa a las 20,00 horas le costó tres intentos por la mala mar. Las navieras afirman que el buen tiempo reestablecerá la puntualidad.

Las conexiones aéreas se vieron menos afectadas. Un avión de Seur no pudo aterrizar a las 07,40 horas ayer y tuvo que volver a Palma porque Eivissa presentaba nubes bajas. Lo mismo le ocurrió a un vuelo Palma-Eivissa de las 10,45, que tuvo que volver a Palma. La noche de anteayer un Palma-Eivissa de Air Nostrum no pudo aterrizar y tampoco un Valencia-Eivissa (fueron desviados a Palma).