La inauguración congregó a una amplísima representación institucional. En el centro Cascos y Antich.

«Para mí es una satisfacción compartir con el presidente del gobierno de Balears una obra portuaria emblemática en el plan de infraestructuras de 2000-2007 del Ministerio», estas fueron las primeras palabras del ministro de Fomento, Àlvarez-Cascos, en su visita a Eivissa para inaugurar el dique, en un acto marcado por la lluvia, entre moderada y torrencial. 29 meses de obras después, la obra presentaba ayer un aspecto bastante acabado tanto en la parte de muelle de amarre (516 metros) como en el vial (1.200), que incluso presentaba las instalaciones del parque infantil.

Cascos se mostró convencido de que ésta «importante instalación de abrigo va a permitir reordenar el conjunto de actividades portuarias, va a facilitar las posibilidades de atraque de cruceros y va a aumentar la seguridad en los aprovisionamientos a la ciudad de Eivissa» y apostilló que es «una obra emblemática» de la que se siente «enormemente orgulloso de haber podido compartir su puesta en servicio».

Otra de las peculiaridades de la obra es que la inversión del dique «es la primera que se pone en servicio con fondos de cohesión asignados en esta legislatura a los puertos». De los 49 millones de euros que ha costado «28 han sido gracias a estos fondos».

Para el ministro, el dique de abrigo ha puesto «las condiciones óptimas para reordenar los usos del puerto» y también destacó que las mejores condiciones de atraque han supuesto unas previsiones de incremento de pasajeros de crucero «que hablan de duplicar o triplicar incluso los movimientos de que se realizaban hasta ahora». Para el ministro «los primeros que van a salir beneficiados de esta obra son los ciudadanos de Eivissa».

El presidente del Govern balear, Francesc Antich, reiteró, por su parte que el dique no choca con las políticas medioambientales del Pacte. «Este Govern -dijo- después de muchos años de un neoliberismo extremo y una destrucción de todo el territorio ha demostrado un gobierno celoso de su patrimonio natural y cultural» pero, matizó, «esto se debe equilibrar con otros principios como el de la seguridad». Este puerto, recordó, «era inseguro y esta obra hace que sea seguro». Además, consideró que fomentar el turismo de crucero es «desarrollar un turismo de calidad que es un turismo sostenible y que, por lo tanto, va en total dirección con lo que predica este Govern». Así, la obra «cabe a la perfección» en «este equilibrio entre distintos objetivos del Govern».