SARA YTURRIAGA
Las parroquias de las Pitiüses celebraron ayer el Domingo de Ramos, jornada que marca el inicio de la Semana Santa y que conmemora la entrada de Jesús en Jerusalén, donde fue aclamado como Mesías poco antes de que comenzase su pasión y muerte. Las palmas y las ramas de olivo se repartieron entre los feligreses que esperaron pacientemente a que éstas fueran bendecidas por los respectivos párrocos. En el patio trasero de la iglesia de Santa Cruz, en Eivissa, la gente se acercaba a los dos montículos de ramas de olivo que se habían depositado a primera hora de la mañana para servirse ellos mismos. Las palmas, traídas desde la localidad de Elche, costaban seis euros, pero aún así se agotaron rápidamente. «Después del día de hoy la colocaré en casa para que decore», comentaba una vecina. El párroco Juan Riera se encargó de bendecir esos símbolos que los fieles levantaron en alto. A su vez, el coro de la parroquia, formado por una treintena de personas, acompañó a la breve procesión y cantó piezas escogidas para la ocasión, como 'Hosanna al hijo David'.

Para las distintas cofradías de la isla ayer llegó el momento de presentar al público un trabajo que llevan realizando desde hace varios meses. «Oficialmente hoy es el primer día de la Semana Santa, pero extraoficialmente nosotros llevamos mucho tiempo trabajando», decían Juan Antonio Serra, de la cofradía de la Piedad de San Telmo, y Cesar Salvador, de la de la Virgen de los Dolores de la Catedral. Ambos habían acudido, invitados por la cofradía del Santo Cristo del Cementerio, a la iglesia de Santo Domingo, para presenciar la bendición de su nuevo estandarte, confeccionado en Valencia. De color morado, con el Cristo de la Cruz pintado en la parte delantera, el emblema de la agrupación y los símbolos de la pasión en la parte trasera, el estandarte acompañará a los 260 cofrades en la procesión del Viernes Santo.

En la Catedral de Eivissa la misa, impartida por el obispo Agustín Cortés, comenzó a las 10,30 horas, pero media hora antes un numeroso grupo de personas (más que el año pasado, según alguno de los presentes) se reunían en la plaza. Allí, parte de los integrantes de la Banda del Cristo Yacente tocaron varias piezas. «Hoy también estrenamos un paso nuevo», comentaba uno de los miembros de la banda refiriéndose al soporte de las figuras religiosas. Las palmas que se vieron en la Catedral sí habían sido hechas en Eivissa y, junto al olivo, fueron, en todos los municipios, el símbolo del día de ayer.