Los alumnos de Eric Tortolani, cocinero del restaurante Sa Finca, en Siesta, y profesor que imparte el curso de formación ocupacional de garantía social de ayudante de cocina, subvencionado por el Ayuntamiento de Santa Eulària, mostraron ayer, sobre una bandeja, toda la teoría y la práctica que han ido adquiriendo a lo largo de cinco meses. «Los platos son como pinturas, primero se come con los ojos», comentaba el maestro, consciente de la importancia de una buena presentación. Y por lo que se pudo ver, los jóvenes cocineros habían captado la premisa. En cucharas de cerámica ofrecieron al público el filete de pollo con gambas o la carne de ciervo. Tampoco faltaron los canapés servidos en un cofre de madera.
Los responsables del área de Serveis Socials del Consistorio de la villa del Río fueron los afortunados que pudieron catar las delicias que estos futuros pinches habían preparado. Entre ellos estaba Salva, otro de los profesores, en su caso encargado de darles clases de formación básica. «Para aprobar este curso todos tienen que dar matemáticas, lengua u orientación sociolaboral», explicaba. Los cursos de garantía social están dirigidos a jóvenes que han decidido no continuar con sus estudios y necesitan un apoyo que les facilite la inserción laboral. El alcalde de Santa Eulària, Vicent Guasch, que también acudió al aperitivo, recalcó la importancia de «preparar gente para que trabaje en la hostelería, porque la industria turística es la que financia a la isla».

Los mismos cocineros (que con este curso han adquirido el título de pinches) se encargaron de pasear las bandejas, primero con la crema de coliflor, de calabaza y el potaje de perifollo, servidos en diminutos vasos, después con los canapés de mousse de hígado con oporto o de salmón ahumado y finalmente con los dulces, entre los que había cisnes de crema pastelera, profiteroles o trufas de chocolate.
Mientras fueran reinaba la calma propia de cualquier degustación, en la cocina todo eran indicaciones y preparativos de última hora. Edward, de 16 años, comentaba que, aunque le han dicho que «es una profesión dura», espera dedicarse a ello en un futuro. Por su parte, David Quirós asegura que ha disfrutado haciendo «de todo un poco».
Sara Yturriaga