Tras la creación del club de la Unesco en Evissa

Cualquier persona podrá formar parte del Club de Amigos de la Unesco una vez que esta asociación civil, que pretende organizar actividades enfocadas a la protección de la cultura, la ciencia o el arte, se constituya en la isla. Con ese objetivo trabaja Miguel Pardo Villangómez, miembro de Els Verds y quien desde hace un par de semanas publicita su idea. La iniciativa, ya existente en otras ciudades, podría ponerse en funcionamiento, según Pardo, cuando se hayan interesado por la misma alrededor de un centenar de ciudadanos. «Se trataría de un club que, a nivel local, aplicaría los programas que redacta la Unesco», explica el principal impulsor de la iniciativa, quien opina que, tras la declaración de varias zonas de las Pitiüses como Patrimonio de la Humanidad en el año 1999, se hace patente la necesidad de constituir un espacio en el que se puedan realizar actividades «para que la gente lo pase bien, aunque haya que estudiar un poco». Programas arqueológicos, de cooperación al desarrollo o lingüísticos serán algunas de las propuestas a las que podrán acceder sus miembros. «Un club que mira hacia estudiar la historia, pero también al futuro, informándose de lo que pasa en la Unesco para ponerlo en práctica a nivel local».
Miguel Pardo insiste en que no se trata de una iniciativa política, sino que «la impulsa la sociedad civil para buscar la identidad de Eivissa, pero no sólo la catalana, sino también la púnica, egipcia o judía.
S.Y.