La suspensión de licencias en el municipio de Eivissa desde 2001 ha provocado que la actividad constructora se haya desplazado hacia Sant Josep. Las cifras que presentó ayer la demarcación ibicenca del Colegio Oficial de Arquitectos de Balears demuestran que Eivissa acumuló en 2002 el 13 por ciento de la actividad constructora mientas que Sant Josep se llevó el 46 por ciento del pastel. El año anterior Eivissa contaba con el 41 por ciento de la actividad y Sant Josep sólo con el 18%. Formentera acumuló el 5 por ciento del total de la construcción en 2002; Sant Joan, el 3 por ciento; Sant Antoni, el 10 por ciento; y Santa Eulària, el 23%.

Con respecto a los datos globales de construcción, el Colegio ha detectado un 22 por ciento menos de viviendas proyectadas en 2002 en comparación con 2001. Por áreas, la que peor se ha comportado es la de viviendas de nueva planta, que han caído un 41 por ciento; mientras que las ampliaciones y reformas han descendido un 37 por ciento. En el polo opuesto está el comportamiento que ha tenido las vivienda de protección oficial, que ha aumentado un 159 por ciento, pasado de 69 en 2001 a 179 en 2002. También ha experimentado un importante incremento la planta relacionada con la industria y la construcción, que ha aumentado un 416 por ciento en relación a 2001.

En lo que respecta a número de expedientes visados, éstos crecieron un 2 por ciento en relación a 2001 y suman 669. El presupuesto que se manejó en 2002 fue de 145.991.850 euros, una cantidad prácticamente igual a la del año anterior porque, aunque ha aumentado un 7 por ciento, ésta subida está muy relacionada con el incremento del IPC. Así, en 2001 el presupuesto total fue de 136.676.162 euros. Además también se ha visto reducido el número de metros cuadrados construidos ya que, si el año pasado fueron 377.913 metros, este año se ha reducido un 3 por ciento hasta los 366.823 m.