Un fenómeno climático del Pacífico, conocido coloquialmente como eNiño, y que produce inundaciones en Sudamérica y grandes incendios en Australia, afecta al crecimiento de los pinos en Eivissa. Esta es una de las conclusiones que se extrae del estudio financiado por el Institut d'Estudis Menorquins (IME) y realizado por el biólogo menorquín Samuel Pons Fàbregues.

En este estudio (Componentes climáticos en series dendrocronológicas de las Balears), presentado recientemente en Menorca, Samuel Pons ha analizado los anillos de una muestra de pinos autóctonos de la isla (Pinus halepensis) en Sant Joan, s'Atalaia en Sant Josep y es Cap de Barberia, en Formentera. También ha observado los pinos de cinco zonas distintas de Menorca.

El objeto principal del estudio era evaluar los cambios en el clima (el aumento de temperatura asociado al cambio climático) a través de la dendrocronología: la interpretación de la información registrada en los anillos de los árboles. El biólogo menorquín ha comprobado que tanto en Eivissa como en Menorca se aprecia «una relación estadísticamente significativa con el fenómeno deNiño especialmente en la década de los 80, pero también a principios de los 90». Samuel Pons ha detectado que cuando se da el Niño (sube la presión en Oceanía y disminuye en las costas de América del Sur y América Central) «los pinos tienen un crecimiento menor al cabo de dos años», coincidiendo con el ciclo del fenómeno.

Para recoger los datos de la isla Samuel Pons contó con la ayuda de Montse Ribas. Eso fue en mayo de 2001. Utilizó una barrena de 40 centímetros, vacía en su interior y de 5 milímetros de diámetro, para extraer la muestra (el radio del tronco donde aparecen los anillo). Este estudio también ha servido para realizar una reconstrucción de las precipitaciones (en función de los datos de cada año varía el grosor del anillo) de todo el siglo XX ya que los datos registrados con el instrumental de las estaciones meteorológicas sólo cubren la mitad de la centuria.