La gente de los sindicatos se concentró a la puerta del edificio para expresar su repulsa al conflicto.

Autoridades y partidos políticos, sindicatos, trabajadores, profesores y alumnos se sumaron ayer en las Pitiüses al paro convocado a las 12 del mediodía por la Confederación Europea de Sindicatos (CES) bajo el lema «Parar Europa para parar la guerra». Durante quince minutos se paralizó la actividad en varios centros de trabajo, colegios e institutos de Eivissa y Formentera con el fin de protestar contra la guerra de Irak.

El Consell fue uno de los organismos que se adhirió a la iniciativa convocada en Eivissa por los sindicatos CC OO y UGT. La mayor parte de los funcionarios y representantes políticos se concentraron a las puertas de la sede de la administración con pegatinas y una pancarta con el lema «No a la guerra». La presidenta de la máxima institución pitiusa, Pilar Costa, remarcó la importancia de este gesto y reiteró la necesidad de buscar vías de negociación como alternativa a la intervención bélica en Irak.

El Ayuntamiento de Eivissa y el de Formentera también participaron en este acto simbólico. Sin embargo, en el resto de consistorios el seguimiento, salvo contadas excepciones, fue nulo.

Por su parte, los miembros de CC OO y UGT se reunieron en la entrada del edificio sindical. También el Sindicat de Treballadors de l'Ensenyament de las Pitiüses (STEI) se unió al paro.

En otros organismos, como la delegación de Hacienda, en el hospital de Can Misses, en empresas como GESA, en grandes superficies comerciales y en algunos hoteles muchos trabajadores se sumaron voluntariamente al paro de quince minutos.

El seguimiento fue masivo en los centros de enseñanza. Los profesores, alumnos y padres de colegios como Can Misses e institutos como Sa Colomina salieron a los patios con carteles y pancartas para gritar «No a la guerra».

Sin embargo, la convocatoria no recibió todo el respaldo deseado debido al desconocimiento reinante entre muchos ciudadanos de la islas. «No sabíamos nada de este paro» coincidieron en señalar un capataz de la construcción, varios comerciantes y personal de hostelería. A pesar de no haberse podido adherir a la protesta, todos ellos manifestaron su rechazo al ataque a Irak. En otros casos el motivo de no haber seguido la iniciativa se debía a que la convocatoria había llegado demasiado tarde, como en el caso de una entidad bancaria, en la que, sin embargo, según apuntó el director, se están recogiendo estos días muchas firmas a favor de la paz.