Su verdadero nombre es Carolina Rubio Quintanilla, pero cuando
llega el momento de meterse en la cabina del discjockey, a esta
rubia alcoyana de 27 años todo el mundo la conoce como Karol
Berkley. Aunque ya había conseguido abrirse un hueco en el mundo de
la música electrónica antes de entrar a formar parte de las Woman
Dj's, no fue hasta hace tres años cuando Karol descubrió realmente
lo que era la fama. «Antes prácticamente no había mujeres
discjockeys y a nuestra compañía, New Records, se le ocurrió
juntarnos a nosotras cuatro; desde entonces han aparecido
muchísimas», asegura la popular pinchadiscos.
Monika X, Marta y Karol Berkley (Lady K ya no forma parte del
grupo) se convirtieron a partir de ese momento en un fenómeno; su
imagen aparecía continuamente en televisión e iniciaron su
particular presentación en sociedad. Hoy acaban de lanzar al
mercado su tercer elepé, 'Woman Dj's 3', con el que esperan llegar
a ser disco de oro, al igual que lo fueron con los dos anteriores.
p>A los 11 años, la que todavía era Carolina Rubio ya pinchaba
su música en el pub de su padre. Pocos años después consiguió ser
contratada por la famosa discoteca Penélope, de Valencia, donde se
dio a conocer machacando al personal con lo que ella describe como
un estilo «chumda-chumda». Su música empezó a ser solicitada en
diferentes puntos del panorama nacional e inició un imparable
recorrido por multitud de ciudades, un viaje que todavía no ha
terminado. «También he pinchado en Alemania, Inglaterra y Holanda,
aunque para mí el mejor público es el de San Sebastián.
En el norte tienen muchísima cultura música», apunta la veterana
discjockey. Actualmente es residente de dos locales, uno en Logroño
y otro en Madrid; además, complementa ese trabajo con los sets en
los que se reúnen las Woman Dj's y ha presentado un trabajo en
solitario, 'First Take'. Con los año su estilo se ha ido puliendo y
hoy se mueve entre etrance y etechno-house.
Al hablar sobre la relación entre hombres y mujeres en un mundo
en el que los primeros son los que acaparan la mayor parte de
portadas y carteles, Karol Berkley reconoce que a los hombres «no
les viene bien que una mujer llegue más alto que ellos», aunque,
según ella, eso no significa que las mujeres estén «discriminadas».
Opina que las mujeres tienen «más sensibilidad» a la hora de
pinchar y es consciente de que ellas cuentan con una importante
desventaja a la hora de labrarse una carrera música: no poder
compaginar su trabajo con una familia. «Por eso estoy preparándome
para ser productora; más adelante dejaré de pinchar». La de ayer
fue su primera incursión como discjockey en Eivissa, una isla a la
que sólo había viajado «para ir de fiesta» y a la que espera volver
para trabajar. «No sé qué pasa aquí, pero cuando los dj's vienen
aquí se transforman».
Sara Yturriaga
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