Yone Martínez vivía en Brasil, tenía una familia y su vida transcurría según lo previsto, pero como ella misma explica, «no era feliz», sentía una necesidad de búsqueda. Fue así como esta terapeuta corporal, que también ha sido profesora de yoga y está diplomada en otras muchas disciplinas físicas y mentales, se introdujo en la biodanza, una práctica que combina el movimiento, la música y la emoción y conecta con los orígenes más primitivos de la danza. Yone no se conformó con aprender, decidió que quería enseñar y de esa forma entró en contacto con Rolando Toro, creador de la biodanza en los años 60. «Me gustó el nombre, la danza de la vida, probé una clase y me quedé marcada. En un fin de semana se arregló mi vida», asegura. Entre los beneficios de esta práctica, que promete resultados rápidos, está una elevación de la resistencia inmunológica, de la energía vital y, sobre todo, una mayor alegría por vivir. «No se trata sólo de bailar ni es algo que resuelva problemas, pero es un sistema que estimula nuestra parte sana y aporta a nuestro cuerpo, insensible por culpa del estrés, lo que le falta», explica esta mujer que, ciertamente, transmite sensación de plenitud. Actualmente Yone Martínez imparte clases en una academia de judo de Santa Eulària y en el Centro Tanit dirige a otro grupo desde hace varios años; pero el próximo sábado impartirá una clase abierta y gratuita. La cita es a las 16,00 horas en el 'Dojo Toky Riu', en el mercado de Santa Eulària. Los interesados pueden llamar al teléfono 971 33 99 61.

La profesora acostumbra a entrevistarse con sus alumnos porque, según ella, «es importante conocer su historia personal». Durante la primera media hora de clase se establece un coloquio entre los asistentes y cada uno, de forma voluntaria, puede explicar las sensaciones que tuvo en la clase anterior. «En pocos minutos se pierde el miedo y empezamos con los ejercicos de vitalidad, creatividad, solidaridad o sexualidad», afirma Yone Martínez. El último paso es el de la «trascendencia», la «conexión con el cosmos». La biodanza, antes conocida como Psicodanza, está muy extendida en América y Europa, e incluso en Milán se encuentra la International Biocentric Foundation.S.Y.