Iain Cowper, conocido como «Mr. Ibiza», logró estafar 3,6 millones de euros en cinco años de actividad como agente del touroperador Thomson para Balears y Canarias. Muy conocido en Eivissa, donde tenía establecida sus central de trabajo, sus artimañas a la hora de llenarse el bolsillo han dejado estupefactos a muchos de los que le trataron directamente.

El tribunal escocés que lo condenó estableció que Cowper aprovechó su trabajo para desviar a Suiza el dinero procedente de pagos que su empresa Thomson tenía que realizar a los establecimientos hoteleros que negocian con este touroperador. Resultaba sorprendente que no se hubiese presentado ninguna queja ni reclamación por impago por parte de los empresarios de establecimientos turísticos.

La respuesta a esta incógnita la aportan fuentes hoteleras consultadas, que afirman que el delito de Cowper consistió en inflar las cifras de venta de plazas hoteleras que contrataba con los empresarios. El condenado «compraba» una cantidad de habitaciones para su touroperador que tenían un precio. A la hora de realizar la factura, el condenado inflaba la cifra real y enviaba el documento a la central de Thomson. Cuando la compañía recibía estas facturas enviaba los cheques a Cowper y, como había establecido cantidades superiores a las pactadas con los hoteleros, se agenciaba de la parte restante. Esta es la versión de las fuentes hoteleras y que explicaría el hecho de que no haya quejas o reclamaciones por impago ya que, realmente, sí cobraban. En los cinco años de actividad fraudulenta (1990 a 1995) el condenado llegó a hacerse con 3,6 millones de euros de su empresa (que destinaba a cuentas suizas y que, por supuesto, no declaró ante el fisco español).