El vertido de aguas fecales al puerto de Eivissa provocado por las obras de sustitución de una tubería se prolongará como mínimo una semana más.

El Instituto Balear de Saneamiento (Ibasan) reconoce que se ha acumulado un retraso sobre las previsiones iniciales debido a las dificultades que han tenido los buceadores para encontrar la canalización deteriorada por la falta de un plano de la red de alcantarillado de la zona, según explicó ayer a este periódico el delegado del Ibasan en las Pitiüses, Ramón Mayol.

El Ibasan envió ayer mismo la tubería maltrecha a Alicante, que es donde se fabricará una nueva de aluminio y propileno, un material mucho más resistente, así como un codo especial, según explicó Mayol. «Ahora estamos a expensas de que la empresa nos envíe la nueva tubería», dijo. Mayol calcula, de todos modos, que en el peor de los casos la nueva canalización tardará una semana en llegar a la isla. «La instalación será más rápida por el hecho de que ya conocemos su ubicación exacta», aseguró Mayol.

Hasta que la obra no esté acabada las aguas fecales procedentes de la Avenida de España y el casco viejo se derraman al puerto por distintos colectores. Cada día pueden llegar a derramarse hasta 1.500 metros cúbicos de aguas residuales.

El Ibasan ha aprovechado que la estación de bombeo está inactiva por culpa de la avería para llevar a cabo una mejora de su cuadro eléctrico, así como de la impulsión. Esta obra, al igual que la sustitución de la tubería, ya estaba prevista antes.