El Sindicato Médico de Baleares en Eivissa da un plazo de quince días a la gerente del hospital público de Can Misses, María Àngeles Leciñena, para que dé una solución al problema de las guardias y evitar así una huelga de los médicos de los servicios de otorrinolaringología, pediatría, psiquiatría, nefrología, urología, radiología, oftalmología, traumatología, anestesia, ginecología, cirugía y laboratorio.

El portavoz del sindicato, Ignacio Fernández, avisa de que Leciñena está jugando con el derecho de los profesionales de la sanidad pública en las Pitiüses. Los médicos defienden que, tal y como establecen las directrices de protección de salud laboral de la Unión Europea, aprobadas en 1993, tienen derecho a descansar 11 horas entre una jornada y otra y a disfrutar de 36 horas seguidas de descanso a la semana.

La creciente demanda del servicio ha provocado que las guardias localizadas (el especialista no está en el hospital, pero está localizable para cubrir cualquier urgencia) tengan cada vez más carga de trabajo. «Si a las tres de la madrugada tienes que cubrir un servicio, eso no te exime de que al día siguiente tengas que cubrir tu jornada completa, lo que causa problemas de salud a los médicos», asegura.

El sindicato comenzó a negociar una solución al problema con el gerente Carmelo Sansano, pero con su marcha todo quedó en el aire. Ahora parece, según Fernández, que Leciñena no está muy dispuesta a arreglar el asunto, lo que puede llevar a los médicos a la huelga. «Leciñena se escuda en que el Ib-Salut es quien toma las decisiones y que ella es sólo una mandada», explica Ignacio Fernández.