Los ponentes de la mesa redonda poco antes de comenzar el debate celebrado ayer tarde en el Consell.

La presidenta del Consell, Pilar Costa, fue ayer la anfitriona de la primera cita deClub Última Hora en Eivissa, que se celebró en el salón de plenos del Consell Insular ante un nutrido público que participó con incisivas e interesantes preguntas. Tras presentar el tema de la mesa redonda: «La gestión del derrame de hidrocarburos en el mar balear», Costa quiso dejar claro que los asistentes estaban ante cuatro voces privilegiadas, «de lujo», especificó, para hablar de este tema en general y en concreto, del desastre ecológico del «Prestige». Josep María Costa, conseller d'Interior del Govern balear; José Ramón Bergueiro, profesor de Ingeniería Química de la UIB; Joaquim Tintorè, director del IMEDEA, y Pedro Prieto, periodista de Ultima Hora expusieron su experiencia directa, uno, y su saber, los otros.

Moderado por José Miranda, redactor jefe de Ultima Hora Ibiza y Formentera, el debate comenzó con la exposición de Josep Maria Costa, conseller d'Interior, que destacó la gravedad del siniestro del «Prestige» añadiendo las claves que, a su juicio, evitarían un desastre similar en las costas de Balears. «De nada sirve la prevención sin coordinación», aseguró, añadiendo que es imprescindible «tener los medios y la capacidad para medir los riesgos», contabilizar «los recursos de los que se dispone» y tener «disponibilidad» de ellos para actuar en una emergencia.

Costa, que tuvo palabras de elogio para los voluntarios y su labor, suplente de actividades «que debería haber realizado la administración», aseguró que hay que «aprovechar la desgracia del «Prestige» para tomar nota y reivindicar medidas duras como la prohibición de que buques monocasco no sólo no atraquen en los puertos españoles sino que no naveguen por aguas de Europa. La exposición de Costa fue, en cierto modo, complementada por la del profesor de Ingeniería Química, José Ramón Bergueiro, autor de un innovador plan de actuación en caso de emergencia provocada por un vertido de combustible.

Bergueiro explicó con detalle los entresijos del plan que permite contar con soluciones reales a un problema similar con la introducción de datos en un programa informático. Insertando claves como el tipo de combustible del que se trata el vertido, junto con las corrientes marinas, la fuerza y dirección del viento y el tiempo transcurrido desde el accidente, el programa informático averigua, entre otros aspectos, a qué zona de las Islas iría a parar el fuel en caso de que no se frene a tiempo el derrame, qué tipo de barreras de contención son las más recomendables, si existe peligro de explosión y decenas de datos más que pueden ser útiles para que los equipos de intervención consigan frenar o minimizar el alcance de un vertido.

Bergueiro llevó a la mesa redonda datos, cuanto menos sobrecogedores, como la enorme cantidad de rutas de transporte marítimo de combustibles elaborados y crudos que pasan por las Islas. El experto señaló que desastres similares pueden evitarse con un buen plan de contingencia, es decir, un conjunto de pistas y datos que dejen poco lugar a la improvisación y den oportunidades a la efectividad. Joaquim Tintorè, director del Imedea, completó la exposición de Bergueiro asegurando que resulta «muy difícil» conseguir esa información precisa para que un programa informático logre descifrar exactamente cuál debe ser la intervención en un caso similar.