Las obras para cambiar la tubería de la avenida Santa Eulària que reventó el viernes se prolongarán durante toda la semana y no sólo dos días, tal y como aseguró a este periódico el sábado el delegado del Instituto Balear de Saneamiento (Ibasan) en Eivissa, Ramón Mayol. La rotura de esta canalización, que se une a la estación de bombeo del puerto, provoca que las aguas fecales van a parar al mar del puerto por distintos colectores.

Ramón Mayol explicó que, por culpa de la avería, cada día pueden llegar a derramarse un máximo de 1.500 metros cúbicos de aguas residuales al mar, lo que supone que, en el peor de los casos, durante el tiempo que se tarde en instalar la nueva tubería pueden ir a parar al puerto más de 10.500 metros cúbicos de detritus.

De todos modos, el Ibasan informó ayer a través de un comunicado de prensa de que están estudiando soluciones temporales para minimizar el vertido de aguas residuales al mar, como desviar el caudal hacia otra estación de bombeo que lo impulse hacia la depuradora.

El Ibasan puso en marcha ayer por la mañana un equipo de tres buceadores, con equipos de respiración asistida y trajes especiales para trabajar en aguas residuales, y otro para realizar la soldadura de la empresa Mediterranea de Servicios. También colaboran los técnicos y peones de Infilco, la empresa que se encarga del mantenimiento de la depuradora. Para cambiar la tubería deteriorada, un tramo de cinco metros, se cortará el tráfico en la mitad de la avenida Santa Eulària.