Son 27. Hasta el sábado 18 de enero no se conocía a ciencia cierta cuántos corb marí gros (corpetassa, cormoranes grandes, Phalacrocorax carbo) había en las Pitiüses, ni las costumbres de este ave marina, de mayor tamaño que el corb marí que habitualmente campa por estas latitudes. Aquel día, el Grupo Ibérico de Aves Marinas (GIAM) organizó un censo en toda España para controlar tanto el número como la expansión de su población de invernada. En Eivissa y Formentera el control, el primero que se hacía de esa especie acuática, lo realizó el Equip de Natura del Grup d'Estudis de sa Naturalesa (GEN). Tuvo lugar a las 16,30 horas en cuatro puntos de Eivissa y en uno de Formentera, todos ellos zonas acuáticas tranquilas, con escasa agitación de sus aguas, según explicó el presidente de ese grupo ecologista, Joan Carles Palerm. En total se detectaron 27 ejemplares: 17 en ses Salines, la principal población, mientras que en el puerto de Sant Antoni se observaron tres y en el de Santa Eulària dos. En el puerto de Eivissa no se halló ninguno.

El corb marí gros es una de las especies que Bernat Ramis ha fotografiado en Aus de les Illes Balears (Perifèrics Divulgació), un libro de reciente aparición que repasa, a modo de guía, todas las aves de estas islas. Con textos de Maties Rebassa y Jordi Muntaner, el libro recoge las fotos que Ramis, funcionario en la Conselleria balear d'Interior, hizo a lo largo de los últimos 12 años. Fotógrafo y ornitólogo por afición, también le gusta captar plantas con su cámara. De todas las espléndidas imágenes que ilustran ese volumen, fruto de la paciencia y la constancia, sólo dos están hechas en Menorca, la del alimoche y la de un milano, y una en Eivissa, la de varios flamencos. Ésta la captó en una sola jornada de 1998: le advirtieron de la detección de una gran población en ses Salines y vino inmediatamente en avión desde Mallorca, su lugar de residencia.

Al tiempo que se efectuaban esas observaciones, tres miembros del equipo de Formentera se desplazaron al islote de Espardell para comprobar si, tal como se preveía, funciona a modo de dormidero de esas aves. Allí detectaron 22, entre ellas las 17 de ses Salines que poco después de ser computadas echaron a volar con rumbo a ese islote. Los ornitólogos comprobaron así que la práctica totalidad de la población del corb marí gros escoge Espardell para pasar la noche... en compañía. No obstante, Palerm cree que además de ése deben existir otros dormideros en las Pitiüses. El corb marí gros llega a medir 92 centímetros y es de un intenso color negro. Se diferencia del corb marí normal en su mayor tamaño, por algunas manchas blancas y porque no presenta un penacho de plumas en la cabeza durante la época de cría. Llega a estas aguas en septiembre y octubre y permanece hasta abril.