El Consistorio decidió ayer precintar las obras, tras comprobar
que no disponen de permiso, según anunció la concejala de Urbanismo
Blanca Castiella, quien también explicó que el último día del año
los agentes de la Policía Local que acudieron al lugar creyeron que
se trataba de un cortafuegos y se extrañaron de que no condujera «a
ningún sitio». El Ayuntamiento desconoce de quién es la propiedad,
indispensable para pedir responsabilidades y para iniciar los
trámites para que se devuelva la zona «a su estado original».
En su denuncia ante el Consistorio, la presidenta de Amics de la
Terra, Hazel Morgan, indica que para la construcción de esa vía se
han arrancado árboles, se ha eliminado la cubierta vegetal y «se
han alterado los elementos naturales y tradicionales que dan
especial carácter al paisaje». Morgan sospecha que el motivo más
probable de esa obra sea la construcción de una vivienda, «algo
prohibido en las áreas naturales de especial interés y en la franja
de 500 metros colindante con la ribera de mar». Desde Amics se pide
al Ayuntamiento que imponga sanciones a los responsables y que les
obligue a reparar el lugar.
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