De momento los aparejadores sólo han remitido al juzgado de instrucción y primera instancia número 4 de Eivissa la documentación que poseen sobre el caso, ya que aún no han podido concluir el expediente deontológico abierto contra José Manuel Coll, a quien se investiga por la supuesta emisión de certificaciones de antigüedad «indiciariamente falsas» para la obtención de licencias de obra menor, que se utilizaban posteriormente para construir nuevas viviendas.

El expediente deontológico, que era lo que el fiscal que investiga delitos contra el medio ambiente solicitó que se mandara al juzgado, se encuentra en fase de «redacción de las conclusiones», según explicó ayer su instructor, Vicente Serra, que avanzó que estará concluido a mediados de enero. Una vez se redacten las conclusiones, deberán aprobarse por la junta directiva y podrán ser recurridas durante un determinado plazo por José Manuel Coll.

Hasta el momento, y según explicó Serra, el Colegio de Aparejadores ha centrado sus investigaciones en obtener la máxima información sobre el asunto, desde las notas registrales hasta el reconocimiento de la realidad del lugar, donde pudieron comprobar que las viviendas de las que se certificó que tienen más de diez años de antigüedad ni siquiera están construidas.