La Cofradía de Pescadores de Formentera ha cobrado 10.800 euros de Asetún, una asociación de empresas explotadoras del atún, en concepto de daños ocasionados por los remolcadores durante la campaña del atún de 2002. El secretario de la Cofradía, Miquel Ferrer ha confirmado que Asetún ha pagado 10.800 euros que, sin embargo «sólo representa el 60% de los daños que ocasionaron durante la temporada de pesca del atún rojo, entre mayo y julio, en las inmediaciones de Formentera».

Esta cifra no compensa la totalidad de los destrozos ocasionados por los remolcadores de las jaulas de atunes que la Cofradía cifró en 18.000 euros; el hecho de que sólo Asetún se haya hecho cargo de las indemnizaciones correspondientes a sus embarcaciones, ha dejado en el aire más de 7.100 euros que los pescadores afectados, un total de cinco cofrades, jamás cobrarán ya que dos empresas no integradas en Asetún, argumentaron que no había pruebas de que sus remolcadores fueron responsables de causar daños por lo que se desentendieron de las reclamaciones de la Cofradía.

Los daños se refieren a redes rotas, artes y boyas desaparecidas, así como el lucro cesante correspondiente al período en que los pescadores afectados no han podido faenar al carecer del material necesario por culpa de las roturas o desapariciones. Si en 2001 el pago de las indemnizaciones se produjo en octubre, este año la causa de que se haya demorado hasta prácticamente final de año ha sido un aspecto legal en el que Cofradía y Asetún no se ponían de acuerdo.

Según ha explicado Ferrer «ha habido discrepancias en las factura presentada por la Cofradía», unas discrepancias originadas por el hecho de que la Cofradía había presentado unas facturas sin IVA mientras que Asetún exigía que contemplaran el IVA; el secretario de la Cofradía de Pescadores de Formentera ha asegurado que en conversaciones mantenidas con los responsables de Hacienda «nos dieron la razón en el sentido de que el IVA no debía incluirse, pero hasta que no recibimos un escrito de la Agencia Tributaria que a su vez tuvimos que remitir a Asetún, no se ha hecho efectivo el pago de las indemnizaciones» ha explicado el secretario de la Cofradia.

«Los remolcadores no respetaron ni caladeros ni profundidades»
El secretario de la Cofradía de Pescadores de Formentera, Miquel Ferrer, quiso hacer hincapié en que, un año más, el Pacto de Caballeros al que se llegó en primavera en la sede del Ministerio de Agricultura y Pesca, no fue respetado por parte de los atuneros, en especial por lo que hacía referencia a caladeros y a fondos por los que los remolcadores no debían pasar. En este sentido Ferrer fue tajante al afirmar que «los remolcadores no respetaron caladeros ni profundidades» y puso como ejemplo un remolcador que estuvo fondeado en las inmediaciones de es Calò, donde la profundidad es de unos 20 metros cuando, en teoría y según el acuerdo alcanzado en Madrid, «ningún remolcador podía estar en zonas cuya profundidad fuera inferior a los 200 metros».