Medio centenar de vecinos de la zona de s'Estanyol (Santa Eulària) se plantean crear una asociación de afectados por el ruido que cada sábado (casi siempre desde las tres de la tarde) y los domingos y días festivos generan decenas de jóvenes que acuden a un circuito pirata de motocross ubicado en Can Andreu Cova, una finca que figura a nombre de un importante empresario de discotecas.

Pese a que éste ha denunciado reiteradamente el caso ante la Guardia Civil y el Ayuntamiento, todo sigue igual. Tampoco han servido de nada las denuncias presentadas por los habitantes de ese valle, por el que se propaga con inusitada facilidad el estruendo de las motocicletas, probablemente debido al eco.

Una de las personas que padecen los escapes libres es Javier Abril, también miembro de la asociación Hábitat y Basuras y presidente de la asociación vecinal Es Portalet. Abril recuerda que las quejas se han sucedido desde hace una década, y que incluso el 4 de julio de 1995 los vecinos llegaron a entrevistarse con Francisco Bonet Redolat, entonces delegado insular del Gobierno, que se comprometió a enviar a la Guardia Civil si el dueño del terreno denunciaba el caso ante la Benemérita. El propietario lo hizo nueve días después. Y todo sigue igual que entonces.