J. M. R. El director de Herbusa, Antoni Ribas, expresó ayer su confianza en que su empresa pueda participar en el concurso para la gestión de los residuos sólidos urbanos de la isla, cuyo pliego aprobó el lunes el pleno. No obstante, Ribas quiere conocer antes ese documento, que debido a las decenas de enmiendas introducidas quedó desfigurado en relación a como había sido llevado a la sesión, lo que requerirá un exhaustivo análisis de los servicios técnicos para comprobar si los cambios introducidos son legales.

Precisamente, desde el Consell se señaló que una enmienda del grupo mixto para que sólo puedan participar las sociedades que acrediten clasificación del Grupo S (para tratamientos de residuos) excluía a Herbusa del concurso. Ribas considera que su empresa dispone de la calificación adecuada y que todo es producto de una «confusión involuntaria» producida por los cambios habidos hace unos años en las clasificaciones que establece el Estado.

Herbusa es la propietaria de los terrenos del vertedero de Ca na Putxa, que según el Plan Director Sectorial de Residuos deben pasar a ser de titularidad pública. El problema reside en que la empresa y el Consell no se ponen de acuerdo a la hora de establecer cuánto vale esa superficie. Las diferencias son abismales: la institución insular ofrece alrededor de cinco millones de euros, mientras que la empresa reclama seis veces más.