GUILLERMO ROMANÍ El pasado 19 de setiembre la Conselleria de Turisme del Govern realizó una inspección en los establecimientos Ca Marí, Sol y Mar, Agua Clara y Los Pajaritos, propiedad de la familia política del alcalde de Formentera, Isidor Torres, o en régimen de explotación a través de la sociedad Hotelera Ca Marí S . L., sin que detectaran la más mínima irregularidad por lo que se refiere a la existencia de apartamentos y habitaciones ilegales, así como a la explotación del bar del Hostal Ca Marí.

En el acta de la inspección se señala claramente que «no se han detectado habitaciones ni apartamentos ilegales» y más adelante se indica que «en cuanto al bar, también se aporta documentación acreditativa de la solicitud de cambio de titular». Estos dos puntos son los que el día 5 de setiembre de 2002, el abogado Jaume Pellicer, en representación de Hermanos Font Campos S. L., propietarios de los apartamentos Las Dunas Playa, denunció una supuesta ilegalidad y urgió al Consell a que realizara una inspección para corroborar el contenido de la denuncia.

El inspector de Turisme desplazado a Formentera comprobó que «el nombre de la explotadora de los establecimientos ha cambiado respecto al que figura en el registro y archivo de la Conselleria de Turisme, pero que se aporta documentación que acredita que se ha solicitado el cambio de titular». Hotelera Ca Marí S. L., denunciada en su día por los propietarios de Las Dunas Playas, ya dijo que en cuanto se realizara la inspección sería dada a conocer públicamente para zanjar la polémica, calificada de estéril y con un claro trasfondo político, mediante la cual se intentaba desviar la atención de las ilegalidades de Las Dunas Playa, atacando a una persona de relevancia pública y sin vinculación empresarial con los establecimientos denunciados.