Un enorme caudal de aguas fecales corría por la carretera de ses Feixes. (Foto: VICENÇ FENOLLOSA).

Un nuevo vertido de aguas fecales volvió a inundar ayer la carretera que une la avenida Vuit d'Agost con Talamanca, creando una piscina de detritus de alrededor de 200 metros de longitud que, en algunos tramos, ocupaba la mitad del asfalto. Los vecinos tuvieron constancia de la inundación a primeras horas de la mañana, cuando los propietarios de un restaurante de la zona abrieron su negocio. A la entrada les esperaba la fétida bienvenida de centenares de litros de aguas residuales, que llegaron a anegar los aparcamientos de las viviendas y establecimientos, así como la entrada de la Escuela de Vela, que se asemejaba a las cercanas feixes.

La Policía Local no apareció hasta las 11'15 horas, cuando un agente se acercó a la zona para examinar lo sucedido. Según señaló, se le había avisado del vertido sólo diez minutos antes. Posteriormente acudieron técnicos del Instituto Balear de Saneamiento (Ibasan) y su director territorial, Ramon Mayol, el concejal de Obras Antonio Roldán, y técnicos de la empresa Sogesur, responsable del mantenimiento del servicio de aguas y de saneamiento de la ciudad.

En una reunión improvisada sobre el terreno, Roldán y Mayol acordaron reunirse urgentemente "probablemente será el miércoles" junto a los expertos de Sogesur y del Ibasan para determinar cuáles son las razones que provocan los continuos desbordamientos de aguas fecales en esa zona del municipio y adoptar las medidas pertinentes.