La propiedad de los apartamentos turísticos Las Dunas Playas ha presentado un escrito ante el Consistorio de Formentera en el que pide al alcalde, Isidor Torres, que tramite su propia recusación y la del concejal de Urbanismo, José Ramón Mateos Martín, «para que se abstengan de intervenir en todos los procedimientos» relacionados con ese alojamiento.

Basan la recusación en que Isidor Torres «tiene parentesco de afinidad en primer grado con una persona que resulta ser competencia comercial directa de los apartamentos Las Dunas Playas, pues su esposa, Esperanza Mayans, y los hermanos de ésta, explotan en la misma playa de Migjorn unos establecimientos denominados Hotel Ca Marí, Hostal Sol y Mar, Hostal Agua Clara y Apartamentos Los Pajaritos». La empresa considera que está siendo objeto de una «persecución implacable» por parte del primer edil.

Respecto al concejal, recuerdan que tiene un litigio con uno de los propietarios, que «perdió los nervios» y «acometió» contra Mateos cuando el Consistorio intentó proceder a la ejecución forzosa de dos expedientes de infracción urbanística.

«Es también claro -dicen en el escrito- que la posterior trascendencia de esos hechos en los medios de comunicación les ha de causar naturales sentimientos de odio y deseos de venganza que les inhabilitan completamente para intervenir de manera imparcial en los expedientes». Además, consideran que el alcalde ha hecho «manifestaciones leves de xenofobia regional» porque los dueños de La Dunas no son originarios de Formentera.

Asimismo, la propiedad de ese establecimiento estima que se ha convertido en «chivo expiatorio de una determinada política de oposición municipal a las fiestas de los ciudadanos italianos».

Por su parte, el Hotel Ca Marí emitió ayer una nota de prensa en la que asegura que «no cuenta con ninguna plaza turística ilegal» y que no entiende la publicidad que se da en la prensa a las acusaciones vertidas por los empresarios de Las Dunas Playa.