GUILLERMO ROMANÍ El Ayuntamiento de Formentera no pudo adjudicar el 24 de abril las obras del centro sanitario de la Mola, un centro que a falta de mejor definición, el alcalde Isidor Torres ha calificado en varias ocasiones de «punto de atención remota». Tras la publicación en el BOIB del concurso por procedimiento abierto para la adjudicación de dichas obras, el plazo para presentar ofertas finalizó el 23 de abril y al día siguiente, a las doce del mediodía debían abrirse las plicas y adjudicarse las obras. Sin embargo, no se presentó ningún constructor a la licitación por lo que quedó desierta.

A partir de ese momento se inició un proceso para adjudicar dichos trabajos por el procedimiento negociado pero, según ha confirmado el concejal de urbanismo del Ayuntamiento de Formentera, José Ramón Mateos, «a fecha de hoy (por ayer) es imposible la adjudicación porque los presupuestos que han presentado las constructoras dispuestas a hacerse cargo de la infraestructura sanitaria del Pilar de la Mola, son demasiado elevados». «No se ajustan "ha remarcado Mateos- a las disponibilidades presupuestarias actuales. Las empresas que quieren hacer las obras piden más de lo que se puede pagar por lo que habrá que ver si es preciso efectuar una modificación presupuestaria o buscar alguna otra solución de otra índole». Con todos estos retrasos, queda claro que el empeño y la promesa efectuada por la consellera de Sanitat del Govern, Aina Salom, de que dicha infraestructura estaría en funcionamiento en 2002 es imposible de cumplir.

El problema de la falta de constructoras en Formentera es un mal endémico ya que la inmensa mayoría de las licitaciones de la administración quedan, por los motivos que sean, desiertas y posteriormente es muy difícil encontrar, mediante negociación, que una empresa quiera ocuparse de las obras. Uno de los casos evidentes es el de la construcción de la primeras viviviendas de protección oficial que se han iniciado hace unos días tras un año de retraso.

El presupuesto de licitación es de 217.161'94 euros y aunque, en teoría, es el Ib-Salut el que se hará cargo del coste de las obras, la inversión será adelantada por el Ayuntamiento que irá recuperando la inversión mediante pagos anuales por parte del IB-Salut.