Seguro que este éxito del verano de los sesenta ha sido tarareado más de una vez los responsables de la limpieza de las playas de Talamanca, ses Figueretes y parte de Platja d'en Bossa, pertenecientes a la brigada de playas de Cespa contratada por el Ayuntamiento de Eivissa durante los meses de verano. El barrido diario de estos vastos arenales es una tarea complicada y difícil de conseguir, si , como todos los operarios han coincidido en señalar, muchas personas acuden a las zonas de playa recién aseadas para volver a llenarlas de desperdicios.

«Muchas veces parece que no limpias, y mucha gente que acude a las playas por la mañana temprano se encuentra con botellas y otro tipo de desperdicios que la gente ha dejado pasadas las 3'30 horas de la madrugada, cuando nosotros ya hemos finalizado nuestro trabajo», explica Luis Vega, uno de los responsables de conducir uno de los tractores especiales que criba la arena y la airea en horario nocturno. Luis, que lleva seis años subido al volante del tractor ya está acostumbrado a trabajar en la oscuridad y soledad de la playa. «Antes hacía rotaciones y pasaba el tractor cada día de la semana en una playa. Ahora lo que hacemos son turnos semanales de manera que cada semana trabajo en una playa, Talamanca o Platja d'en Bossa», resumió este campechano barrendero motorizado. «El mecanismo de criba de la arena es muy sencillo: el tractor va pasando un dispositivo especial por la arena y la tamiza soltando la arena y recogiendo las botellas y residuos en un depósito», añadió al explicar el funcionamiento de su tractor. «Lo que más abundan son los vasos, las botellas y las algas, con este tipo de basura nos encontramos cada día», explicó en un pequeño descanso.

Luis Vega, al igual que su compañero de cuadrilla Alfonso Torres, tiene una atípica jornada laboral que comienza a las 22'00 horas y finaliza a las 3'30 de la madrugada. «Al principio me daba un poco de palo pero al final te acostumbras a trabajar de noche y con la playa a oscuras», dijo Luis. «De noche se está mucho mejor y la verdad es que yo no me siento solitario porque se ve gente durante toda la noche. Si este mismo trabajo lo tuviera que hacer durante el invierno, entonces todo sería diferente», reveló Alfonso, otro de los encargados de la limpieza mecánica de las playas de Eivissa.