Las Pitiüses registraron entre el mes de enero y julio de este año 1.578 accidentes laborales; 1.569 leves, 9 graves y ninguno mortal. Las cifras son mejores que las registradas en le mismo período del año pasado cuanto el total de accidentes fue de 1.915 (337 más que este año), de los que 1.879 fueron leves, 33 graves y 3 mortales. Por sectores, el que más accidentes ha registrado este año ha sido el sector servicios con 903 siniestros, seguido por la construcción que contabilizó 549 accidentes; la industria, 120 y la agricultura con 6 accidentes.

La Conselleria de Treball del Govern balear dio a conocer estas cifras ayer tras presentar el Plan Estratégico de Salud Laboral de las Islas que el Consell de Govern aprueba hoy. El plan tendrá un presupuesto de 33'2 millones de euros para el periodo 2002-2005, y contiene un acuerdo por el que el Ejecutivo balear se compromete a no contratar a empresas con un alto nivel de siniestralidad para obras menores. El conseller de Treball, Eberhard Grosske, y la directora del Institut de Salut Laboral de Balears, Carme Font, explicaron los detalles de ambas iniciativas, que tienen como objetivo reducir la incidencia de los accidentes en el puesto de trabajo.

El Plan Estratégico contra la siniestralidad, que ha sido consensuado por todos los agentes implicados y que involucra a todas las Consellerias del Govern, es un documento «pionero en España» que analiza la siniestralidad laboral de las Islas y fija hasta 21 objetivos y 132 actuaciones para combatirla.

Entre las de carácter general, se encuentran el fomento de la contratación indefinida, el condicionamiento de la contratación con la administración autonómica y la percepción de ayudas públicas al cumplimiento de las obligaciones de prevención de riesgos y la inclusión de esta materia en la negociación de los convenios. El plan incluye instar a la UIB a crear títulos propios en prevención de riesgos laborales, ofrecer al Ministerio de Sanidad la posibilidad de implantar en Balears el Sistema de Información Sanitaria en salud laboral y confeccionar un catálogo de buenas prácticas que evitan los sobreesfuerzos.