La pontona de la discordia fue amarrada a comienzos de la temporada turística. Foto: G.ROMANÍ.

GUILLERMO ROMANÍ La Autoritat Portuària ha hecho oídos sordos a las quejas y denuncias referidas a la pontona que limita el acceso a Formentera Mar y que entorpece las maniobras de las embarcaciones que acuden al surtidor de combustible de la Savina efectuadas por Formentera Mar, la Cofradía de Pescadores de Formentera, el concesionario de la gasolinera del puerto y de los usuarios de la dársena deportiva. La pontona en cuestión es una de las dos que se estuvo utilizando hasta finales de junio durante la primera fase de los trabajos de dragado del fondo del puerto de la Savina, con los que se pretende mejorar el calado de la zona interior facilitando la maniobrabilidad de las embarcaciones.

El gerente de Formentera Mar ha explicado que «esta pontona está obstaculizando el correcto tráfico marítimo y el acceso a la dársena de Levante». Asimismo, recordó que no es una cosa nueva ya que en una reunión que mantuvimos con las partes afectadas incluso el práctico se pronunció en contra de mantener ese artefacto instalado ahí porque evidenciaba «una grave problemática en las maniobras de acceso tanto al surtidor como a las dársenas pesquera y deportiva».

El representante de Formentera Mar ha señalado que «en temporada alta y por falta de espacio se han llegado a amarrar embarcaciones a la pontona y eso, además de molestias a los usuarios, ha generado una situación de peligro evidente», por lo que lamenta que la Autoritat Portuària «haya ubicado ahí la pontona pese a nuestras quejas, las de la Cofradía de Pescadores y del concesionario de la gasolinera, desoyendo además la recomendación de los prácticos que advirtieron de los riesgos, argumentando que no había un sitio mejor».

En consecuencia, la pontona se mantiene en un lugar considerado conflictivo y, según todo parece indicar, «será difícil que la desplacen porque la idea es reemprender las obras de dragado en el mes de octubre», ha remarcado el responsable de Formentera Mar tras afirmar que «con buena voluntad se hubiera podido encontrar un lugar para la pontona desplazándola a otro sitio en el que no achicase la bocana de una dársena tan concurrida en pleno mes de agosto».