El Ayuntamiento de Eivissa se ha propuesto mantener a raya el
vertido de aguas fecales de la depuradora. Los servicios técnicos
municipales están intentando esclarecer qué es lo que provoca las
fugas de aguas fecales, como la que sucedió el viernes en Talamanca
en las proximidades de ses Feixes. En el caso de que el Instituto
Balear de Saneamiento (Ibasan), responsable de la gestión de la
planta depuradora, pudiera incurrir en un delito ecológico, el
Ayuntamiento abriría automáticamente un expediente sancionador,
según apunta el edil de Obras, Antoni Roldán, encargado además,
desde la marcha de Marta Roldán, del servicio de mantenimiento de
aguas residuales.
La empresa concesionaria del servicio de agua en Eivissa,
Sogesur, tuvo que intervenir el pasado viernes para limpiar el
último vertido de aguas residuales en Talamanca. Al parecer, la
causa de esta nueva fuga fue la obstrucción de la estación de
bombeo, cuyo mantenimiento es competencia exclusiva del Ibasan. Sin
embargo, la versión del delegado del Ibasan en Eivissa, Ramón
Mayol, es bien distinta ya que, según él, la alcantarilla de donde
procedía el vertido es competencia del Consistorio.
De todos modos, Antoni Roldán, al igual que el delegado del
Ibasan, rechaza entrar en una 'guerra' que «no conduce a nada». «No
aceptamos que nos culpen de los vertidos, cuando es responsabilidad
del Ibasan. No obstante, lo único que queremos es conocer con
exactitud las causas que provocan los vertidos para poner
soluciones», explica Roldán. «La intención del Ayuntamiento es
colaborar con el Ibasan y con quien haga falta para conseguir de
una vez el buen funcionamiento de la depuradora, que es algo que
nos afecta a todos. Hasta ahora lo hemos hecho así y, por supuesto,
seguiremos haciéndolo», subraya el concejal.
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