Las tres fuerzas políticas de la Corporación de Sant Antoni siguen sin ponerse de acuerdo en a quién y de qué manera van a financiar finalmente la compra de los libros de texto. Partido Popular (PP), Pacte y Democracia Pitiusa (DP) ya se han reunido dos veces en comisión para debatir el asunto y han sido incapaces de consensuar una propuesta por lo que el tema ha quedado aparcado hasta el próximo pleno en septiembre.

El equipo de gobierno no acepta de ninguna de las maneras la iniciativa del Pacte, que pretende que el Ayuntamiento pague los libros de texto de todos los alumnos de Primaria, tal y como hará el próximo curso el Ayuntamiento de Eivissa. El PP considera, al igual que DP, que no es el Ayuntamiento quien debe hacerse cargo de ello, sino el Gobierno central. No obstante, propondrá en el próximo pleno que se financien los libros a los alumnos de primaria y Educación Secundaria Obligatoria (ESO) de aquellas familias que más lo necesitan en función de su renta anual. Así también lo han hecho Sant Josep y Santa Eulària.

En el pasado pleno, el concejal de Cultura, Miquel Costa, propuso pagar el importe íntegro de los libros a las familias con una renta por debajo de 18.000 euros y financiar el 50 por ciento del coste a aquellas con unos ingresos anuales entre 18.000 y 24.000 euros. Sin embargo, Costa dice ahora que aún no han decidido si finalmente incluirán este criterio en su propuesta. «Estamos buscando la fórmula más adecuada», dice. Eso sí, Costa mantiene que se cubrirá el pago de los libros al 50 por ciento del alumnado (1.000 estudiantes aproximadamente).

El pago de los libros, según Costa, se hará a posteriori y paralelamente piensan poner en marcha, con la colaboración de los centros educativos y Apas, una campaña de conservación de los libros. El Ayuntamiento quiere bonificar el cuidado de los libros para que así cada año no tenga que financiar la compra del 100 por cien de los libros. «Los libros que puedan aprovecharse para el siguiente curso, reducirán la inversión», apunta. El concejal de Cultura va aún más allá y piensa incluso de cara al curso 2003-04 negociar la compra de los libros directamente con las editoriales, lo que «reduciría el coste en un 30 por ciento».