Bandejas de comida en las jardineras y envases de comida rápida por el suelo son algunas de las estampas que se pueden ver a diario en las calles peatonales de es Pratet. Ayer por la mañana se podía ver, incluso, una montaña de patatas fritas congeladas tostándose al sol en plena calle, entre dos contenedores de basura.
Las asociaciones de vecinos de los inmuebles de es Pratet han puesto en aviso al Ayuntamiento de Eivissa del deterioro que está sufriendo el barrio por la actividad del McDonald's del puerto, que abrió sus puertas este verano. Los vecinos han denunciado la suciedad que provoca el servicio de cómida rápida que el establecimiento ofrece en la calle. Además, al parecer, el aceite que utiliza el establecimiento ha ido a parar a las alcantarillas. «Hemos visto incluso rebosar alguna hamburguesa», indica la presidenta de la comunidad de vecinos del edificio es Pratet II, Teresa Bermejo.
El responsable de la empresa concesionaria del servicio de limpieza en Eivissa, Cespa, Crescenciano Huerta, comprobó ayer por la mañana junto a dos agentes de la Unidad de Medio Ambiente de la Policía Local los hechos denunciados por los vecinos. Los agentes interpusieron dos denuncias por el incumplimiento de la ordenanza de medio ambiente.
Los vecinos querían esperar a que pasara el mes de agosto para sentarse con los responsables del establecimiento para buscar una solución a todos estos problemas, incluido el ruido que provoca un extractor de humos. «No podemos aguantar más. El local no tiene capacidad suficiente para dar servicio a tanta gente. Está incontrolado. La gente ocupa toda la calle y deja un reguero de suciedad», apunta. La presidenta de la comunidad de propietarios señala que McDonald's no dispone de un espacio para almacenar toda la basura que genera, por lo que acaba en la calle antes de tiempo.
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