Un brote de gastroenteritis afectó a finales de la pasada semana a las educadoras de la guardería de Sant Antoni, dependiente del Consell Insular. De las siete educadoras, el jueves sólo pudieron asistir a la guardería tres por lo que muchos padres no pudieron dejar a sus hijos. El viernes, sin embargo, el brote ya afectó a todas las educadoras (menos a una), incluida la cocinera, por lo que se comunicó a los padres que ese día no podría prestarse el servicio. Durante las últimas dos semanas, ha habido también al menos 15 niños que han padecido gastroenteritis.

El Consell Insular asocia este brote de gastroenteritis a un contagio vírico y descarta que se haya producido por el consumo de algún alimento en mal estado. «Lo hemos descartado porque los casos se han producido progresivamente y hay educadoras que no comen en la guardería», explicó ayer a este diario el departamento de prensa del Consell Insular.

«Ha sido una casualidad que todas la educadoras se contagiaran del virus, pero los propios médicos han confirmado que se trata de un tema generalizado», indicó. El Consell Insular, además, no pudo sustituir a las educadoras afectadas por otras de los otros centros, también dependientes de la máxima institución insular, ya que en estas fechas muchas de ellas están de vacaciones y, por tanto, las guarderías están bajo mínimos.

El Consell Insular, por su parte, añadió que la guardería ayer ya volvía a funcionar con normalidad. «Al afectarles el viernes, las educadoras se han podido ir recuperando durante el fin de semana», indicó.

No se han detectado más casos que en otros años
El centro de salud de Sant Antoni no ha detectado este año, por el momento, un incremento en los casos de gastroenteritis con relación al año pasado. El doctor Ignacio Vicente apunta, eso sí, que en verano suele aumentar la incidencia. «Por el momento se está produciendo el número de casos habituales en esta época del año», dijo ayer a este periódico. La gatroenteritis produce vómitos y diarrea y puede producirse o bien a través de la ingesta de algún alimento o bebida en mal estado o bien a través de una infeccíón vírica. Ignacio Vicente apunta que en verano lo más común es que se produzca por algún alimento, pero en el caso de que sea a través de un proceso vírico, «éste puede contagiarse fácilmente».