El concurso de ordeñar cabras despertó gran expectación. Foto: MARGA FERRER.

El concurso de ordeñar cabras despertó gran expectación. Foto: MARGA FERRER.

E.E.26/07/02 0:00
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Un año más, siguiendo la tradición, los vecinos del barrio de Benimussa en Sant Josep, se reunieron en la finca de Can Benet ayer para celebrar la fiesta 'pagesa' del 25 de julio. Una cita que se remonta decenas de años atrás y que todos los vecinos la recuerdan como algo habitual en la programación festiva de antaño. La de ayer tuvo como novedad el que el Pou d'en Benet tuviese agua después de muchos veranos de sequía. Parece ser que la abundancia de precipitaciones en los meses de invierno y primavera ha beneficiado a la zona que este verano cuenta con agua.

La reunión, que atrajo a decenas de personas del barrio y alrededores, contó con una ballada y cantada pagesa, concurso de tir amb bassetja, degustación de cocas, flaons, y unos exquisitos bunyols, cocinados en el lugar por un grupo de expertas. «Hemos hecho cuarenta kilos», comentó una de ellas mientras daba la vuelta a algunas de las piezas. Junto a ellas estaba un nutrido grupo de integrantes de la Asociación de Vecinos de Benimussa, colectivo que, junto al Grup Folklòric de Sant Josep, se encargó de la organización de esta cita que comenzó a las 20'00 horas y se prolongó hasta la noche.

Uno de los platos fuertes de esta cita festiva en el campo fue el concurso de ordeñar cabras. Mariano Ribas, un conocido ganadero del lugar y organizador del certamen, explicó los entresijos de un divertimento que se solía practicar en las citas festivas de verano antiguamente. «Esto se hacía en algunas fiestas pagesas en verano y, bueno, el año pasado se me ocurrió que podíamos hacer algo semejante aquí», explicó. Mariano y otros vecinos de la zona colaboraron prestando un total de 17 cabras para el concurso en el que ganó el participante que consiguió ordeñar mayor cantidad de leche en cinco minutos a cambio de un queso artesano de cabra.

La fiesta, en la que no faltó el baile con la participación de bailarines y bailarinas espontáneos, se completó con la rifa de un cabrito. En esta ocasión el que el 25 de julio haya sido festivo ha hecho posible que la celebración de esta fiesta en el Pou d'en Benet coincidiese con la fecha exacta ya que últimamente si coincidía entre semana los actos se trasladaban al domingo siguiente.