La regeneración servirá para recuperar la cantera y para devolverla a su estado original. Foto: KIKE TABERNER.

La Conselleria balear de Medi Ambient emitirá la próxima semana un decreto por el que se permite la utilización de una cantera cercana a Cala Tarida (Sant Josep), en el área de Can Gallego, para depositar residuos inertes. La autorización ya ha pasado el periodo de alegaciones, que duró diez días y concluyó hace escasas jornadas, y sólo queda que la consellera Margalida Rosselló rubrique el decreto y lo publique en el BOIB para que Eivissa disponga del primer vertedero oficial y legal en su historia, en este caso para depositar, exclusivamente, escombros y materiales de construcción.

El material inerte se empleará en la futura regeneración de esa cantera, cuyo proyecto tiene un presupuesto que asciende a 158.000 euros (unos 26 millones de pesetas). Los escombros servirán para rellenar los 40.000 metros cúbicos de ese espacio abierto, de manera que el coste de cada tonelada ascenderá a alrededor de 300 pesetas, según cálculos de la Conselleria insular de Medi Ambient, que ha sido la encargada de promover esta iniciativa. Una vez se publique el decreto, la consellera insular Fanny Tur tiene previsto «formalizar» el permiso para el vertido con el propietario, con quien previamente ya se han mantenido negociaciones para adecuar ese espacio.

Asimismo, el Consell ya tiene preparado el proyecto de regeneración de esa cantera y lo remitirá estos días, probablemente el lunes, a la Petita i Mitjana Empresa d'Eivissa i Formentera (Pimeef), cuyos sectores del transporte y de la construcción están interesados en este proyecto por suponer una respuesta a uno de los principales problemas existentes en la isla, la falta de un lugar donde depositar los escombros. En conversaciones previas, la Pimeef se comprometió a gestionar la operación, en la que se implantará una tarifa (consensuada entre las partes) para el vertido del material de construcción. Previamente se deberán seleccionar los escombros a pie de obra para no enterrar objetos que puedan ser peligrosos para el medio ambiente. Con el proyecto elaborado por el Consell, tanto el vertedero incontrolado como la cantera recobrarán su estado original.

Una solución a 42.760 toneladas anuales
Un reciente estudio elaborado por la Conselleria de Medi Ambient determinó que en las Pitiüses existen 130 lugares donde se vierten incontroladamente todo tipo de desperdicios, que en un 75 por ciento son escombros. Todo ese material (ladrillos, adoquines, hormigón) esparcido ocupa 280.000 metros cuadrados. Anualmente, las Pitiüses generan 42.760 toneladas de escombros, según el Plan Director Sectorial de Residuos. Hasta ahora las empresas dedicadas a la construcción no disponían de un lugar legal para desprenderse de ese material, que frecuentemente eliminaban en cualquier rincón del campo o incluso dentro del polígono industrial de Eivissa.